miércoles, 9 de septiembre de 2015

El deseo v/s la obsesión

Las mujeres en realidad nos ponemos bien de patio, en realidad se debe tener harta paciencia..
Después de decidir dejar de evitar tener hijos, la visión de mi esposo era "intentemos, pero relajados, que llegue cuando quiera llegar", por supuesto yo decía "sí, claro que llegue cuando tenga que llegar", pero secretamente tenía todas mis fichas puestas a quedar embarazada de inmediato. Era joven aún (31 años) súper sana y más encima deportista  (llevaba ya un tiempo dedicando mi tiempo libre al running), por lo tanto no había razón para demorar más la llegada del heredero.
Y una bien mina se imagina que el proceso de la "campaña" sería un idilio, un tsunami de pasiones desatadas donde las aventuras de las 50 sombras de grey resultarían ser una alpargata al lado de nosotros, y bueno le pusimos todo el empeño, y así paso un mes, y otro mes..
Como buena mina y más encima capricornio, me lancé en la profundidades de google para averiguar que podría estar mal, que posiciones eran las mejores, con que luna había que "hacerlo" para quedar preñada, la hora del día correcta y un sin fin de otras recomendaciones (algunas bien truchas)  para hacer efectivo el deseo de procrear....
Después del tercer mes intentando la verdad yo ya estaba preocupada, cada test negativo era un pequeño duelo, una oportunidad perdida, un óvulo menos...y empiezas a pensar demasiado, y de verdad que empiezas a escuchar el reloj biológico en tu cabeza... tic tac...
*
Entrenando para la maratón de Santiago, en el Cerro Ñielol, Octubre 2013
 y te planteas la idea de que estas presionando a la naturaleza, "tal vez no sirvo para esto" le decía a mi pololo, quién muy paciente me contenía en mis momentos de angustia.
Contaba los días de mis ciclos y después contaba los días para tomarme los test. Compré de todos los precios, de los que se toman en la mañana, los que se toman a cualquier hora...y cuando salían negativos, me tomaba test de sangre (escondida), según yo todos los meses estaba embarazada...eran los test los malos...
Para el cuarto mes intentando ya eso de esperar para estar esperando me tenía mal, yo que cuando quiero algo me gusta tenerlo de inmediato, esto era una tortura horrible, y eso se notó, mi simpatía iba en descenso, peleas frecuentes con mi pareja, recuerdo que cuando salía en la noche yo secretamente me enfurecía y pensaba "más le vale que haga lo suyo antes de salir" ... y es que ya estaba de patio... mi mente no dejaba de pensar en que algo estaba mal, y era  así como el maravilloso deseo de ser mamá, de tener una familia, se transformaba en una obsesión, casi un capricho..quiero mi guagua AHORA!...finalmente casi te olvidas porqué decidiste tener un hijo en primera instancia...
Ya para final de año y llevando 6 meses de intentos infructuosos por ser padres, le digo a mi (aún) pololo que no podía más, que yo sabía en mi corazón que algo no andaba bien, que necesitaba una opinión experta. Así llegue a la consulta de un ginecólogo experto en reproducción que una buena amiga me recomendó, y ahí quedé en shock y sonrojada...la primera pregunta del doctor cuando nos sentamos en la consulta con mi pareja fue ¿y cuántos años llevan intentando?....qué??!!! AÑOS??!!... no me cabía en la cabeza que  podría esperar años, ahora sin duda siento mucha empatía con aquellas mujeres que han esperado demasiado tiempo para poder tener un hijo (en este camino conocí a muchas), realmente admiro la fortaleza que tienen, se supone que como mujeres estamos "diseñadas" para ciertas cosas como tener hijos y amamantar, entonces intentar y no poder hacer algo para lo que se supone fuiste creada!, es como una cachetada en la cara, y piensas en todo el tiempo que "perdiste"; debí haber tenido un hijo antes, ahora que tengo casa, auto, pega y todo..me tendré que llevar todo a la tumba. Moriré sola y abandonada tipo la mujer gallina, por tonta....por esperar "el momento correcto".
El doctor me dijo que no tenía por donde quedar embarazada porque tenía mis dos ovarios llenos de quistes, no estaba ovulando en absoluto, cosa que mi ginécologo de cabecera nunca detectó, todavía tengo que ver al muy chanta en el gimnasio y cada vez que lo veo me dan ganas de pegarle...
Mi nuevo doctor dijo que mejor nos relajáramos unos meses hiciéramos nuestros planes y a la vuelta nos poníamos las pilas con la reproducción.
Así fue como nos inscribimos para correr nuestros primeros 42k en la maratón de Santiago 2014, entrenamos juntos y yo además le pedí ayuda a un buen amigo triatleta para poder mejorar mi estado físico ya que con el desorden hormonal y la ansiedad había ganado unos kilitos, el running de nuevo se transformaba en mi escape y mi lugar de meditación favorita.
Y así con el tiempo entendí que la espera era necesaria, crecimos como pareja, conversamos mucho, compartimos hermosos momentos que siempre recordaré, fuimos pavimentando el camino que necesitábamos para poder recibir a otro más en nuestras vidas, ahora miro hacía atrás y comprendo que ese tiempo fue de prueba a mi paciencia, a mi personalidad perfeccionista, ahí fue donde dejé de planificar mi vida, ahí aprendí que tenemos control de muy pocas cosas en este paso por la tierra. A mi todo siempre me resultaba como yo quería, en el orden "correcto". Bueno, resultó ser que a partir de este momento, muchas cosas serían al revés e inesperadas.....y me gusta.....

Jennifer Ravanal C.
Enfermera



No hay comentarios:

Publicar un comentario