jueves, 22 de octubre de 2015

Vuelta al trabajo, Reflexiones..

De seguro es muy pronto para sacar conclusiones de este proceso de volver a trabajar, sin embargo, creo que uno se hace ciertas expectativas con respecto al tema (la mayoría negativas) y creo que es justo compartir un poco de lo vivido.
Tenía mucho susto de volver al trabajo, después de 10 meses de total ausencia del hospital donde trabajo, es duro volver por varios motivos. De partida era obvio que encontraría muchas cosas nuevas, volví a trabajar a un lugar que no era el lugar donde trabajaba cuando me fui, del personal, conozco solo a la mitad de las personas y me convertí en la más vieja del servicio jaja..
Sin embargo, al contrario de lo que podría pensar me sentí a gusto volviendo, sólo ahí me dí cuenta de que en el fondo (bien en el fondo), echaba de menos el trabajo. En mi caso, echaba de menos tirar la talla con los pacientes, conocer sus historias y ayudarlos en lo que pueda. Debo decir que estoy muy agradecida porque me enviaron a un lugar donde tengo pacientes estables, lo cual me permite bajar a la sala cuna a ver a mi hijo para amamantarlo y en los turnos de noche me puedo extraer leche sin ningún problema.
Lo más complejo finalmente ha sido acostumbrarme a los horarios, ahora entro a mis turnos una hora más tarde, pero en realidad no se si es mejor, igual debo llegar muy temprano para poder estacionarme. Terminaron los días en que me quedaba acostada con mi hijo hasta las 11 de la mañana, ahora despertamos a las 6, comenzaron de nuevo mis turnos de noche, hasta ahora no ha sido gran problema, un poco más de sueño tal vez, pero mi hijo es tan considerado, que el turno anterior nos mandamos una siesta de casi 3 horas en la tarde jaja... así da gusto. Y bueno, eso es lo principal, como anda el niño, si él esta bien tú también lo estarás. Mi hijo fue 3 días a la sala cuna y se enfermó, esta con  un cuadro gripal que por primera vez le ocasionó alza de temperatura, pero ahora ya esta mejor, me digo de consuelo que es mejor que conozca a los bichos del jardín para que se acostumbre jaja, pobrecito. El no echa de menos, no llora cuando nos vamos, el único problema fue que no quería tomar mamadera en la sala cuna, a pesar de que era leche materna, pero con el correr de los días ya esta más acostumbrado y ahora se ha tomado casi toda la leche. Los días que no tengo turno sólo lo llevo medio día, para que enganche con las rutinas del jardín. Para contrarrestar eso, cuando llegamos a casa, me dedico full a él, le hago todos los mimos del mundo, le doy todos los besos del universo y lo premio con todas las tetas que quiera. He podido comprobar que es verdad que cuando entras a trabajar, el niño te demanda más cuando vuelves, mi hijo, volvió a despertar en las noches, pide teta una o dos veces, extrañamente para mi ha sido lindo eso. Me pasó que cuando dejó de tomar teta en la noche, me dio pena, era como esa sensación de que estaba más grande, que ya no me necesitaba tanto (es bien tonto, pero así me sentí), ahora cuando despierta en la noche, lejos de molestarme, me levanto contenta a sacarlo de su cunita y lo acurruco a mi lado, le ofrezco mi pechuga con el sabor que él quiera y compartimos esos momentos tan deliciosos de complicidad e intimidad que tanto me gustan, nos abrazamos y dormimos juntitos un ratito, sueño? sí tengo más sueño, pero es diferente ahora. Creo que ahora me doy cuenta que me hacía falta volver, a pesar que los días se pasan volando, que tengo menos tiempo, y ahora si que duermo menos, ando hasta de mejor ánimo. Me siento útil, no debería decir eso, pero esa es la sensación que tengo, los días se me hacen más cortos. Los días de post -natal se hacen eternos!! ahora en las horas que mi hijo esta en la sala cuna, mi cuerpo no descansa, pero mi cerebro sí, eso de estar pendiente las 24 horas del día del bebe es muy agotador. Ahora igual cuando no esta pienso en él todo el rato, pero estoy tranquila de que esta bien cuidado y que son sólo algunas horas.
Imagen Obtenida de la web
Creo que en este proceso he ganado hasta ahora, el que más ha sufrido (aunque no lo reconozca) es mi esposo, porque sus horarios ahora sí se han visto mucho más afectados, él tiene que hacerse cargo del niño cuando yo no estoy y eso incluye los turnos de noche, pero mi esposo es muy aperrado, y ha estado a la altura de las circunstancias. Aún nos queda acostumbrarnos más a esta dinámica de los dos papás trabajadores y el bebé, pero creo que hasta ahora ha sido mucho mejor que lo que creíamos, estoy segura que los dos en nuestra cabeza pensamos que sería un poco desastroso todo, pero al contrario, ha sido cansador pero satisfactorio.
Hoy me siento más tranquila y menos culpable, casi veo en los ojos de mi hijo un "oye vamos no más, si vamos a estar bien"

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