martes, 15 de agosto de 2017

Días Agitados!!

Han sido semanas con una mezcla de tranquilidad y agitación en nuestras vidas. Estamos pasando por algunos procesos como familia que nos han mantenido mentalmente ocupados.
Estamos empezando a afinar detalles sobre mi cambio de rutina laboral. Las mujeres embarazadas en Chile no podemos trabajar en turno de noche, por lo tanto debo presentar un certificado de embarazo y debo solicitar el cambio a un horario diurno en un lugar donde las labores no sean perjudiciales para mi salud o la del bebé. Estábamos esperando pasar el primer trimestre sin problemas para iniciar este trámite. Después de todo ya no tengo 23 y consideramos prudente esperar un poquito para hacer los grandes cambios. 
Ésta semana tengo la eco doppler que será justo el día en que cumpla 14 semanas de embarazo. Existe una posibilidad de que podamos saber el sexo del bebé. Sin embargo, lo que me tiene realmente ansiosa es ver que el bebé tenga todas sus partes donde corresponde. El sexo para mi es un detalle. Aunque estamos apostando que es una niña jiji.
Lo otro que quería contarles era sobre una situación totalmente inesperada que me ha pasado estas semanas y que fue un poquito complicado de manejar al principio.
Estábamos dejando fluir el asunto de la lactancia en tándem con Pedro hasta que empecé a notar mucha molestia al momento de amamantar, sobre todo en la noches. Pero no era el dolor por la sensibilidad de los pechos, no eran las posiciones insólitas que toman los niños grandes para amamantar. Era rechazo. Rechazo visceral, horrible. Ganas de gritarle a mi hijo: para! ya no quiero darte nunca más teta!
Los primeros días lloraba en silencio mientras amamantaba y un día leyendo sobre lactancia en tándem, me cruzo con un titulo que decía "Agitación del amamantamiento". Me pongo a leer. Y tal cual!!. Eso es lo que me pasa..
La agitación del amamantamiento es un rechazo profundo a dar el pecho, ganas de apartar al hijo y que por supuesto va acompañado de una culpa del porte del titanic. Agregando que muchas mujeres no hablan del asunto, porque es complejo sentir rechazo hacia tu hijo en cualquier modo. No sabes como reaccionará la gente alrededor.
Esta condición se da generalmente en mamás que están amamantando a niños mayores de un año. Y sobre todo aparece en casos como el mio, en que se está amamantando estando embarazada o dando pecho a dos hijos. En ese caso el rechazo suele presentarse con el mayor de los hermanos.
La sensación comienza como una especia de "calambre", es como cuando algo te da nervios y te recorre la espalda. Dan ganas de salir corriendo, llorar y nunca más dar teta. Y en lo personal era súper marcado cuando Pedro hacia el ejercicio de "sintonizar" o jugar con el pezón de la otra mama. Ufff ahí si que no soportaba la sensación.
Puede suceder que esta incomodidad aparezca sólo en algunas tomas. En mi caso, durante el día no tenía mayor problema, pero las tomas de la noche, eran una tortura. Muy triste.
Al principio le dije a mi esposo que me dolía mucho dar pecho en la noche, y tratamos de hacer las tomas más cortas y yo encontré un mordedor que le compré a Pedro cuando era bebé y se lo pasé mientras tomaba teta de  noche para evitar que jugara con mi teta. Eso ayuda bastante, aunque pocas veces logro distraerlo.
Finalmente encontré un articulo que describía muy bien lo de la agitación y se lo envía a mi esposo, para que me pudiera entender. Aparentemente esta situación es causada por las hormonas que instintivamente nos hacen querer destetar con la venida de un nuevo bebé.
De partida el saber lo que me estaba pasando fue muy  bueno y ya me quitó harta ansiedad de encima. Inmediatamente pude controlar los episodios, no totalmente, pero ahora puedo respirar profundo, trato de relajarme y sé que esto es una cosa super animal, instintiva, que no es que yo rechace a Pedro. Es la naturaleza que quiere poner un poco de orden a las cosas que me pasan. Empecé a conversar con Pedro, explicarle que me duele un poquito, que tratemos de estar más cómodos, trato de darle menos pecho y estar acostados abrazados, le canto canciones, le acaricio su pelo y su carita, le digo que lo amo, etc. Toda la artillería.
Comencé a aplicar la única regla que he encontrado con respecto al destete respetuoso: NO OFRECER, NO NEGAR. 
No ofrezco la teta, ofrezco un yogurt con frutas, una leche, un abrazo, ver una película, un cuento, una canción. 
Pero si me pide teta, le doy. Pero parece que es verdad lo que dice la literatura. Mi producción de leche bajo al mínimo. Así que Pedro pareciera que quiere acercarse a sentir el olorcito, el calor, quiere regazo, contención.
Así que ahora sólo nos queda la toma de la noche, que ahora también es a medias. Ha sido muy gradual y natural todo. Hay días que demanda teta a la hora de la siesta y se la concedo. Estos son al parecer los últimos días de lactancia con mi maravilloso Pedro.
Y yo que ando con las hormonas demasiado sensibles, me ataca la pena. Me pregunto si lo estaremos haciendo bien. Me pregunto si Pedro no se sentirá herido. No quiero sobrecargarlo de cambios y eventos en su cortita vida. En el jardín las tías me dicen que ha estado más sensible de lo habitual. Me cuesta dejarlo en el jardín, me abraza como un koalita con miedo y me parte el corazón. Pero debemos también seguir las rutinas. Y me ataca la pena...
Así que acá estamos, con hartos cambios, para todos. Tratando de pasar etapas con harto amor no más.. confiando en la naturaleza una vez más...parece que nuevamente fue mejor dejar fluir... todo está pasando como tiene que ser..intenso..profundo..
Le decía a Eduardo que estoy super agradecida de la vida de vivir todos estos momentos, las luces y sombras de la maternidad. Porque las sombras igual tienen su magia, te hacen descubrir lo fuerte que puedes ser, de lo valiente que uno es, conocer todos los rincones ocultos de nuestra naturaleza mamífera lo tomo como un privilegio. Cuántas cosas tengo ahora para enseñarle... si es niña.. y a nuestro Pedro cuando sea padre.. cuántas cosas mi esposo y yo tenemos para transmitir...cuánta verdad cuando escuché que cuando criamos a nuestros hijos estamos también criando a nuestros nietos y así..eternamente...

Jennifer Ravanal Cortés
Enfermera
Monitora de Lactancia materna OMS

Foto del blog "De Monitos y Risas"


No hay comentarios:

Publicar un comentario