lunes, 19 de septiembre de 2016

El lado oscuro de la maternidad, nunca es tarde para enmendar..

Estos días he leído varios post sobre lo triste, solitaria y difícil que es la maternidad en estos días. Y me dio como un poco de rabia. Creo haber tenido también todos esos sentimientos con respecto a la maternidad en algún minuto. Si leemos el blog hacia atrás me puedo dar cuenta de que estuve bien metida en la oscuridad, como tal vez muchas de ustedes lo están hoy.
Pero me dio rabia leer tanto lamento, creo que me enojé porque me vi reflejada en esa amargura profunda que fui leyendo, y porque me chocó un poco retroceder y darme cuenta que estuve tal vez mucho rato atascada en esa oscuridad.
Pero no quiero hablar de lo triste de la maternidad o de las sombras, porque de eso hay suficiente en Internet parece. Quiero hacer mi autocrítica de porqué me vi tan triste y sola en alguna oportunidad.
La maternidad se vuelve triste porque aunque leas todos los libros de la Laura Gutman, nada te prepara para la realidad misma. Es totalmente cierto que la maternidad al menos los primeros meses se reduce a entrega máxima, entrega absoluta. Cuando tienes un desafío deportivo o profesional, puedes renunciar, puedes suspender, reprogramar y nadie va cuestionar demasiado tu decisión. En cambio, no puedes renunciar a la maternidad, no puedes echar un pie atrás, no puedes no ser madre un día y después arrepentirte.
Se torna triste porque muchas mujeres hoy vivimos solas y fuimos independientes mucho tiempo antes de elegir tener una familia y ser madres. Fuimos demasiado dueñas de nuestras vidas y de nuestro tiempo, y cuando finalmente llega la hora, pucha que cuesta no ser la prioridad numero uno, cuesta que la gente te diga: hola, como esta tu guagua? y que ya no pregunten por ti, o que te conviertas en la mamá de...
Es terrible la carga que hay hoy sobre las madres modernas. Toda esta cuestión de la igualdad de género, de "abajo el patriarcado" y esas cosas te dejan con poco espacio para sentir, para confesarte, para pedir o recibir ayuda. Mientras los hombres se vuelven cada vez más conectados con su femeneidad, las mujeres cada vez estamos menos conectadas con nuestra naturaleza, haciéndonos las rudas, las auto - suficientes frente a los demás. y así lueguito colapsamos. No se de cuando el hecho de tener hijos no te da derecho a un día sentirte chata, cansada, o que extrañas tu vida anterior. Yo lo he sentido muchas veces, pero es eso malo?, ahora miro hacía atrás y encuentro tan idiota que no podamos expresar nuestros sentimientos en forma sincera. "No querías tener un hijo?", "no te quejes ahora". Que idiotez. Creo que la maternidad se vuelve triste cuando sientes que no puedes expresar tus penas libremente, cuando estas obligada a ser un personaje de my lilltle pony tirando arcoiris por los ojos, porque fuiste madre. Cuando la realidad es que como todo en este mundo la vida de mamá también tiene sus días malos y punto. Lo que necesita uno es simplemente que le den un abrazo bien apretado. No necesitamos la ley del hielo porque nos pusimos idiotas, o que cuestionen nuestros sentimientos. A nadie le gusta que le digan que sentir con respecto a nada ni nadie.
Me siento arrepentida de no haber sido más sincera conmigo y con los demás en los momentos que correspondía, acumulé demasiado en muy poco tiempo y al pasar los días y los meses, de repente explotas en forma tardía y dejas la escoba, cuando pudiste haber hecho algo antes. haberte mentido menos, haber disfrutado más.
La embarré en no haberme dado por vencida antes, haber reconocido que no puedo hacerlo todo, y que está bien cuando la persona que está a mi lado lo puede hacer incluso mejor que yo. Reclamamos de la poca ayuda que recibimos, pero la mayoría de las veces nosotras mismas nos negamos la ayuda. Pedimos padres comprometidos, sin embargo,  muchas veces somos nosotras las que no los dejamos entrar. Hoy en día es fundamental compartir las tareas y debemos asumir que ninguno de los dos es perfecto, pero si los dos trabajamos en equipo la paternidad se vuelve más dinámica, menos monótona, más relajada. Tu te vuelves más feliz, tú pareja está más feliz y tus hijos... como te explico!
Algo que no pude ver hasta que fui mamá y que no pude manejar, fue que tenía algunas cosas no resueltas desde antes, que  me complicaron mucho. Al principio lo ignoré por completo porque todo se lo cargamos a las hormonas. Pero al pasar el tiempo me di cuenta que habían cosas que necesitaba resolver y sanar para poder sanar las cosas de ahora y poder avanzar. Cuando estas en los primeros meses de maternidad, tienes tantas cosas en tu cabeza que no te das cuentas que vas dejando pasar los días y los meses. y no has hecho nada realmente por cerrar algunas heridas, terminar ciclos, o lo que sea necesario para continuar como una mujer sana de mente. Algunas veces la tarde en la peluquería, ir al gimnasio, o fingir la sonrisa, no va a hacer desaparecer viejas heridas y rencores.
Y ahí viene la parte difícil que es mirarse. Mirarse bien adentro, buscar, retroceder, hilar, entender, escudriñar, etc. y analizarlo, sacar reales conclusiones, y por fin tener una visión de lo que te hace falta mejorar, soltar, liberar. Y ese es el paso que duele, en mi caso me sentí muy mala persona, pero creo que era necesario ser un poquito dura conmigo para poder espabilarme, y cambiar el switch. Me arrepiento de no haber pedido ayuda antes, me ha hecho tan bien.
Me arrepiento de no "terapiarme" antes. Me ha servido demasiado. Al principio me sentí tan miserable porque pensé "esto de ir donde una psicóloga, es como comprarme una amiga" jajaja, pagando un bono para conversar con alguien. Es medio triste al principio, pero tuve la suerte de encontrarme con alguien que para mi fue muy certera, y me ha ayudado mucho a enfocarme en lo importante, tener más herramientas para manejar mis días difíciles, dejar los flecos para más tarde y volver a ser la que fui pero adaptada a esta faceta nueva. Uno tiene que afrontar que no será la misma de antes, pero eso no es malo. La maternidad parte muchas veces a porrazo limpio, y el camino para algunas de nosotras con personalidades medias complejas se vuelve cuesta arriba, pero oye, la vista desde arriba después  de pasar los obstáculos es la raja!
Me siento mala amiga. Primero me sentí mal porque en todos estos post que leí hablan de que "mis amigas desaparecieron cuando fui madre". Totalmente cierto. Pero ahora me siento mala amiga, porque antes yo desaparecí de las vidas de ellas también.  Probablemente tampoco las visite lo suficiente, tampoco las llamé lo suficiente. Seguramente porque no sabía en que podría haber ayudado yo, a mi no me gustaban mucho los niños y aún ni luces de querer ser madre. Ahora sé que podría haber hecho tanto!. El mundo de hoy es tan rápido que no te das cuenta cuando solo ves a tus amigas para los cumpleaños de los críos, y me siento mal. Cómo dejamos pasar tanto tiempo entre nosotras!. Las quiero todavía a todas, mucho, y las extraño con todo mi corazón. Pero no diré que desaparecieron de mi vida, porque siempre están ahí de alguna manera, son mis hermanas, tenemos demasiadas historias que contar (y que ocultar jajaja), y prometo hacerme el tiempo para tenerlas de vuelta en mi vida. no puedo andar quejándome de que me siento sola, cuando en realidad no es así.
Me sentí muy sola porque en estos momentos de labilidad emocional extrema, no sabía canalizar mis ideas de manera correcta, no dije las cosas con las palabras que correspondían, tampoco en el momento adecuado. Uno se enfrasca en sus propios pensamientos y te consumes en puras tonteras. Agrega a eso el encierro del post- natal de invierno (además el invierno me hace pésimo) y exceso de tiempo "libre" para pensar, me sentía como gollum trepando por las paredes. No te quedes sola!
Busca a tu tribu!! donde sea, anda a un taller de cualquier cosa, baile mamá y bebé, masajes para la guagua, busca un grupo, arma un grupo!, siempre hay alguien que se siente como tú!!. Ni se imaginan las conversaciones que he tenido con otras mamás gracias a este blog, y de como nos hemos ayudado un poquito más cada vez, nos hace falta acercarnos más!!.
Escápate!, aunque sea un par de horas, a tomarte un helado, vitrinear un poco, a tomar té con una amiga, caminar, tomar aire hace bien.
Ponte bonita. Aunque no tengas donde salir, la idea es que cuando te veas al espejo, te sientas bien.
Hay que ser más de piel, abrazar más, besar más. Cuando recién fui mamá perdí un poco eso, debe ser natural porque la naturaleza quiere que estemos pendiente de la cría y no del macho. Pero ahora he procurado "pololear" más. Eso no significa salir a comer, ni viajar ni nada que cueste dinero, se trata de hacer un esfuerzo aún mayor que ese. Se trata de conquistarse sin gastar ni un solo peso en el intento jajaja. Volver a lo simple.
Probablemente hemos (todas) discutido con nuestras parejas por los motivos más diversos. Aprendí que tenemos que conversar las cosas en el momento. No enojarnos por mucho rato. Trabajar en conjunto. Aceptar que ninguno de los dos es perfecto. Agradecer todo lo bueno que tiene estar con él. Aceptar su ayuda. Relajarme más. Mirarlo cuando esta con mi hijo y ver la magia que ocurre. Tocarnos más. Respirar profundo.
Disfruta a tus hijos. después de todo, de eso se trata, disfrutar la vida con mas personitas.
Ahora veo la maternidad como un magister en volverte mejor persona, no hay nada negativo en todo lo que te pasa mientras sepas entender el porqué te pasa y que vas a hacer al respecto y hacerlo!. No nos quedemos en el lamento y aprovechemos esta maravillosa oportunidad de crecer como persona, y de ser felices ahora como familia...


Imagen Obtenida de la Web

1 comentario: